PODER DE LA EDUCACIÓN COMO INSTRUMENTO DE CAMBIO SOCIAL.
Los principales nudos críticos que yo personalmente
identifico en nuestra comunidad son la gran brecha segregadora por estigma
socioeconómico, la discriminación a inmigrantes y etnias, la poca participación
política en la comunidad, discriminación de género y la concentración del poder
en grupos reducidos de personas.
Identificando estos elementos de carácter social y
cultural, queda plantearnos la pregunta ¿Qué hacer para contrarrestar estas
brechas? ¿La educación puede cambiar en algo nuestra sociedad? Bueno, se debe
lograr una participación real en las decisiones importantes tanto del alumnado
como también de los profesores, apoderados y miembros de la directiva escolar
incluyendo personas de diferentes edades, cultura, origen étnico, género y
clase socioeconómica. Y que estas decisiones logren tener influencia en la
educación y formación de los alumnos y así las personas implicadas en las
escuelas se verán así mismas como participantes en la comunidad de aprendizaje.
De esta manera el objetivo es dar a entender, que
la participación en la educación no se desarrolla en una comunidad con un hecho
o de manera aislada. Es un desarrollo difícil y de gran importancia el cual se
debe inculcar en los jóvenes atreves de sus años de enseñanza, desarrollando el
cuestionamiento a lo “oficial” para que posteriormente como miembros de la
sociedad tengan inculcados estos valores y puedan aplicar lo aprendido y, sobre
todo tengan la capacidad de expresar y hacer un cambio en nuestra sociedad. Con
esto, como educadores poyaremos a que se desarrollen las instancias de
participación y así en un futuro, lograr una mayor inclusión en las decisiones
y estructuras curriculares que en este momento son impuestas por el estado y
las instituciones educativas, excluyendo al alumnado.